Un artículo del New York Times titulado "Want to Leave a Legacy? Be a Mentor" destaca el impacto positivo del mentoring en la vida de las personas. Señala que la mentoría no solo beneficia a los jóvenes, sino también a los mentores, especialmente a los adultos mayores, quienes encuentran en esta relación una fuente de propósito, vitalidad y bienestar mental. Estudios mencionados en el artículo muestran que quienes participan en programas de mentoría experimentan mayor felicidad y mejor salud, mientras que los jóvenes ganan en rendimiento académico y habilidades para la vida. La clave del éxito de la mentoría está en la relación de interés genuino y atención mutua, más que en dar consejos sabios o tener una formación avanzada

"Las personas necesitamos un mentor porque este nos brinda guía, apoyo y conocimientos basados en su experiencia, lo que facilita nuestro desarrollo personal y profesional. Un mentor comparte su visión, experiencia y contexto, ayudándonos a tomar decisiones más conscientes, a acelerar nuestro crecimiento y a evitar errores que podrían haberse cometido por falta de experiencia. Además, la relación de mentoría se basa en la confianza y el respeto mutuo, generando un espacio seguro para el aprendizaje y la reflexión.

Contar con un mentor es fundamental en momentos clave de nuestra carrera o vida emprendedora, ya que puede ofrecer asesoría para desarrollar fortalezas, superar debilidades y alcanzar objetivos con mayor claridad y propósito. Los mentores también pueden conectarnos con redes profesionales y oportunidades, lo que incrementa nuestra visibilidad y posibilidades de éxito. Esta relación beneficia tanto al aprendiz como al mentor, fomentando una dinámica de crecimiento donde ambos desarrollan nuevas habilidades y estilos de liderazgo.

En resumen, un mentor es alguien que ha recorrido caminos similares y que aporta experiencia, motivación y perspectiva, ayudándonos a avanzar con menos desgaste, mayor lucidez y sentido en nuestras metas personales y profesionales". MT.